El costo de la inseguridad en México sobrepasa el 15 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), además de que obstaculiza el crecimiento económico y contribuye a aumentar la pobreza.
De no controlarse la delincuencia el riesgo de que el país caiga en un círculo vicioso de mayor desigualdad y pobreza que conduzca ineludiblemente a un mayor nivel de criminalidad, aumenta peligrosamente.
La inseguridad se ha convertido en un fenómeno que afecta gravemente la vida diaria de los mexicanos, lo cual se hace evidente todos los días en los diferentes medios de comunicación.
Este problema no sólo afecta el patrimonio de las personas, sino que su incidencia va mucho más allá, poniendo en riesgo aspectos como, la vida, la libertad y la salud de los individuos.
Además, cada año son desviados de actividades productivas enormes cantidades de recursos para tratar de prevenir y combatir los efectos negativos que la inseguridad trae consigo, lo cual obstaculiza, tanto el desarrollo como el crecimiento económico del país.
El ambiente de inseguridad que se vive en el país propicia que tanto la sociedad como el gobierno tengan que asumir una serie de costos asociados a esta problemática, pero los análisis que intentan estimar estos costos generalmente subestiman los cálculos.
En general, sólo se toman en cuenta los costos asociados directamente con los delitos y suelen pasarse por alto todos los recursos que se invierten para tratar de protegerse y aquellos que asumen una vez que fueron víctimas de la inseguridad.
Un aspecto esencial se relaciona con las pérdidas económicas y materiales que genera la delincuencia, ya que además de imponerle una pérdida al afectado, actúa como un impuesto expropiatorio que afecta la asignación de recursos y genera un deterioro en el estado de Derecho.
La debilidad de un estado de Derecho que proteja la integridad física de las personas y de los bienes genera un ambiente poco propicio para la inversión y el comercio, lo que impacta negativamente la formación de capital, la competitividad de las empresas y la generación de empleos productivos.
En suma, la delincuencia obstaculiza el crecimiento económico y contribuye a aumentar la pobreza.
De los principales costos generados por el crimen y la violencia destaca el deterioro del acervo de capital físico, ya que la destrucción de infraestructura como carreteras, puentes, instalaciones públicas y plantas de generación de electricidad, usualmente es a través de actos vandálicos.
Asimismo, la incertidumbre que se genera, propicia un ambiente de negocios en el que se desalienta la inversión y la generación de empleos.
Al gastar más en protección, se pierden recursos productivos para la inversión y se generan costos adicionales que restan competitividad a la planta productiva del país.
Estos delitos generan la pérdida de capital humano, ya que la delincuencia induce a las personas a involucrarse en actos criminales en lugar de actividades socialmente productivas, aparte de la pérdida de vidas humanas por el delito de homicidio.
También, la desviación de recursos necesarios para actividades prioritarias como educación y salud hacia el combate a la delincuencia.
Además, la generación de un círculo vicioso en el cual una alta tasa de criminalidad desalienta la inversión, frena el crecimiento económico, se profundiza el desempleo y se incrementa la pobreza y desigualdad económica, lo que a su vez genera más crimen y violencia. JAV
2 comentarios:
Con gobernadores corruptos e ineptos como Rodrigo Medina nos va a ir peor. Un ejemplo es lo que esta pasando en el sector medico, donde los extranjeros estan dejando de venir a Nuevo Leon por la inseguridad, a pesar de que los hospitales estan haciendo cuatiosas inversiones. Nadie va a recuperar todo lo que se esta invirtiendo, no es justo.
Desgraciadamente la apatia de todos los mexicanos nos llevó a este punto donde regresar a tener mejores tiempos se hace cada día más difícil, aunque no soy pesimista pero está cuesta arriba erradicar la violencia que han provocado los carteles de las drogas. Y por favor no pongan de ejemplo a Colombia que al día de hoy está igual que México. A mí no me van a platicar, mi esposa es de allá y estamos en contacto con la familia.
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