César Nava, el político que renunció a forjar su propia personalidad a fuerza de imitar a su jefe, el presidente Felipe Calderón, se convierte ahora, tras el affaire Gómez Mont-PRI-Anti coaliciones, en un claro ejemplo de la autodegradación política.
En menos de dos semanas, el "líder" del PAN no sólo fue ridiculizado en la Cámara cuando una mayoría priista le negó la licencia; sino además, y ahí lo grave, exhibió su incapacidad para la política.
Las recientes declaraciones de los líderes del PRI y el PAN respecto a sus trueques de asuntos legislativos a cambio de estrategias electorales ponen en evidencia lo que el mexicano promedio sabe: Las decisiones que afectan a millones no se toman en el pleno de la cámara de diputados ni en la de senadores. Se acuerdan en los pasillos, en restaurantes, en la oficina de alguien. Son los acuerdos en lo oscurito, acuerdos que han quedado al descubierto luego de una serie de torpezas y desencuentros entre sus principales signatarios: Beatriz Paredes y César Nava.
Todo comienza con la negativa de licencia para ausentarse de la curul al diputado y presidente del PAN, Nava, que entregó su solicitud sin antes haber acordado nada, respecto a este asunto, en lo oscurito. Ingenuamente pensó que sería un mero trámite. Quizá tomó como referencia la rapidez con la que el PRD aceptó la licencia de Juanito como delegado en Iztapalapa. Se equivocó.
El PAN ya desconoció los acuerdos de no ir en alianza a las elecciones para gobernador de Oaxaca, Hidalgo y Puebla. También amaga con desconocer otros acuerdos y lanzarse junto con el PRD a las elecciones para elegir gobernador del Estado de México en 2011. Es ahí donde entra Peña Nieto a escena, ayer reconoció que hay acuerdos firmados entre el PRI y el PAN. El PRI aprobó el presupuesto de ingresos y egresos de la federación para 2010 a cambio de que el PAN fuera a las urnas en este año sin aliarse con su amigo nuevo, el PRD.
La declaración del niño Nava respecto a que el presidente Calderón no tenía conocimiento de los acuerdos, más tarde desmentido por Beltrones, hace endeble su, ya de por sí, liderazgo dentro y fuera del PAN. Porque fue Calderón quien lo impuso como presidente del partido en el gobierno.
Dominado por sus emociones, Nava hace berrinche y rompe la secrecía de los acuerdos para lanzarse contra el PRI que hacen difíciles los procesos de negociación política y de paso pone en aprietos al secretario de Gobernación que ante la sorpresa de verse evidenciado tropieza con sus propias palabras en huidizas declaraciones a los medios.
Por su parte, el PRI debería estar menos preocupado por las alianzas del PAN que parecen hacerle mucho ruido en su estrategia electoral de 2012, una alianza PRD-PAN en la siguiente elección presidencial podría poner en apuros a Enrique Peña Nieto, y en cambio sería bueno que se concentrara más en seguir cosechando a los electores que los polarizados PRD y PAN han dejado en el camino. JAV
1 comentario:
Me incluyo como un ciudadano que desea un Mexico que salga del lodo en el que se arrastra en este momento.
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