Por diversas razones, pero lo cierto es que nosotros como habitantes de un país, un estado o una ciudad, no nos atrevemos a levantar nuestra voz, de denunciar lo que está mal, lo que nos afecta, lo que nos duele, lo que nos aqueja como sociedad. Por esa razón he creado este sitio que busca ser una trinchera, un espacio, una tribuna donde se expresen todas las voces, todas las ideas sin el temor de ser callados, de ser bloqueados o perseguidos. No, lo que debemos buscar es que nuestra voz, nuestro sentir se escuche. Y entre todos, acabemos con la impunidad, desterremos la corrupción y desenmascaremos a los sinvergüenzas.

Soy un periodista regiomontano independiente, libre de compromisos y aliado con la verdad. No pertenezco a ningún partido político, no recibo dádivas ni presupuestos, ni ayuda económica o de cualquiera otra especie. Hago esto porque me gusta, porque siento rabia, incomprensión y a veces tristeza de ver tantas injusticias que se cometen a diario en contra de personas que no tienen forma de defenderse, que no tienen acceso a la ley que, según la teoría, los empleados del gobierno o quienes deben respetar y hacer respetar la ley son los primeros que la violan en beneficio de sus propios intereses o del grupo al que pertenecen.

Los ciudadanos nos tenemos que organizar para denunciar públicamente todo aquello que está mal en nuestro entorno. A veces no denunciamos porque nos parece que es una pérdida de tiempo, porque nadie hace nada para mejorar nada. Y de eso, justamente, es de lo que se valen los empleados del gobierno, funcionarios, políticos, para seguir extorsionando, seguir corrompiendo, seguir cometiendo atropellos e injusticias en perjuicio de todos nosotros. Este es un espacio que dejo abierto para todos, donde pueden plantear sus quejas, denuncias, inconformidades. Este es el momento, YA BASTA, DENUNCIA!

-Este sitio lo actualizo todos los días de lunes a viernes abordando temas sobre denuncias, quejas y problemáticas que los lectores me comparten, además de incluir información relevante del día-


jueves, 20 de mayo de 2010


Discursos amables pero se requiere acción

La visita que está haciendo el presidente Felipe Calderón a Washington se da en un contexto difícil, complicado; sin embargo, vimos que por lo menos hubo coincidencia en los discursos de Calderón y Obama. Aunque hay que reconocer, también, que después de tantos años no se entiende por qué, a pesar de que hay tantas coincidencias, en los hechos éstas no se dan.

Hubo una ceremonia de recepción muy amable por parte de la Casa Blanca, el discurso del presidente Obama fue muy cálido y cariñoso, pero no pasa de las formas.

Por otro lado, el discurso del presidente Calderón se percibió serio, sereno, con cierta responsabilidad, planteando temas como el de Arizona, el de la migración, el del narcotráfico y el de la seguridad. Quizá fue un poco más al fondo rebasando un tanto las formas.

Se escuchó el discurso de mayor empatía que se recuerde entre dos presidentes, quizá de la mano con aquella etapa de Clinton con la parte final de Salinas y de Clinton con Zedillo. Insisto en que se escuchó en los discursos de los presidentes, la buena voluntad para resolver los problemas, pero pasan los años, pasan las cumbres, pasan los presidentes y los problemas son los mismos.

Ahora hay que poner a trabajar a todas las instancias de ambas administraciones con gran responsabilidad y con ganas de hacer las cosas. 

Una buena oportunidad, quizá, se de en las próximas dos o tres semanas cuando se celebre la Reunión Interparlamentaria México-Estados Unidos, en Campeche, donde se tiene que continuar con temas como la Ley Arizona y la preocupación por el tema de las leyes migratorias.

Mientras tanto, algunos diputados y senadores de México se reunieron ayer mismo en el Capitolio con 21 legisladores demócratas, donde aparentemente reinó un buen ambiente para las tareas de colaboración entre ambos Congresos y un buen ambiente en contra de la legislación de Arizona. Pero el ambiente, la disposición, la amabilidad y hasta la chacotería no es suficiente.

De hecho, cuando hay una mala química entre los presidentes de México y de los Estados Unidos irremediablemente se genera falta de acuerdos elementales. No obstante, se observa una buena química entre Calderón y Obama para entrar en materia de los problemas complejos que tienen los dos países. Esta es la primera y última oportunidad para que Calderón la aproveche.

Claro, sin embargo, que la química no es suficiente si no va acompañada de las acciones y del ejercicio de seguimiento, y de la voluntad política de poner en el terreno de los hechos las acciones.

Todos sabemos que existe una situación compleja para el presidente Calderón en México: no la tiene fácil y enfrenta situaciones muy complejas; por su parte, Obama enfrenta una contraofensiva de la ultraderecha norteamericana agrupada que pretende desbarrancar su gobierno.

Por ello, se insiste, las conversaciones de los dos presidentes deben continuar con una buena operación política por parte de los miembros de cada administración y de ambos congresos. 

Este esfuerzo debe pasar de los discursos amables, de las ceremonias suntuosas y de los actos públicos lucidores. Ahora más que nunca se requiere que México y los Estados Unidos pongan especial énfasis en dos problemáticas que atañen y afectan a los dos países: el narcotráfico y el asunto de inmigración. JAV

1 comentario:

Norma Contreras dijo...

Todos sabemos que las visitas presidenciales son solamente de protocolo, pero no se espera nunca nada nuevo, ni se van a pelear los presidentes, ni se van a criticar, ni tampoco van a hacer anuncios espectaculares.