La Corte Interamericana de Derechos Humanos y Human Rigths Watch, por circunstancias distintas -pero en el fondo, comunes- han puesto de nueva cuenta en la palestra un asunto, en las circunstancias actuales de México, extremadamente delicado. El sentido y alcances de los fueros militares.
El gobierno de Felipe Calderón ha quedado en este tema, doblemente atrapado. Por un lado, ante la CIDH y a través del propio secretario de Gobernación, ha sido obligado a dar explicaciones, a nombre del Estado mexicano, por violaciones a derechos humanos atribuidos al ejército.
Ahora, con los crímenes de los estudiantes del Tec de Monterrey, a quienes primero se acusó de estar armados; y el de los niños de Nuevo Laredo, que según el secretario de Gobernación fueron muertos dentro de un fuego cruzado, ha tomado relevancia el tema, tan es así que fue discutido este martes dentro del Gabinete de Seguridad Nacional.
En la década de los setentas, cuando gobernaba Luis Echeverría, éste es acusado de reprimir con las armas, nuestras libertades políticas. Por otro lado, la organización internacional Human Rigths Watch acusa al ejército de Calderón de violentar derechos ciudadanos en su lucha contra el crimen organizado.
En uno y otro caso, la defensa del gobierno federal panista tendrá que ser -aunque no quiera- en el mismo sentido, proteger la figura e institucionalidad del Ejército mexicano, aunque con ello se deslinden responsabilidades de la controvertida gestión echeverrista. Cosas de la democracia.
El papel controvertido del ejército en las épocas en que ha sido sacado de los cuarteles y de su función natural, para reprimir luchas sociales y democráticas, como en los gobiernos de los presidentes Díaz Ordaz o Echeverría, bajo el principio de lealtad irrestricta a su Jefe Máximo, el presidente de la República o la época actual, para suplir la incompetencia, insuficiencia o negligencia de la autoridad civil en su lucha contra el crimen organizado y no organizado, plantea un escenario sumamente complicado.
El presidente Calderón ha dicho que estamos en guerra contra las organizaciones criminales. Fuera de discutir el sentido real o el alcance de esas palabras del presidente, el ejército mexicano, en los hechos, en el día a día, se encuentra inmerso efectivamente en ella. Los militares cumplen hoy una delicada tarea que no les corresponde natural ni constitucionalmente. En esta lucha, guerra real, frente a terribles criminales, ¿la sociedad debe permitirles seguir sus propios códigos militares?, ¿deben hacer la guerra al crimen organizado, pero bajo estándares civiles?, ¿qué piensan ellos, los que exponen sus vidas todos los días? En todo conflicto bélico hay algo que se llama “daño colateral” para encubrir, eufemísticamente, las afectaciones a civiles, ajenos al conflicto.
¿Las violaciones a los derechos humanos que han cometido y puedan cometer los miembros del ejército contra la población civil en esta guerra real contra el crimen, deben ser considerados por todos como daño colateral?, ¿un mal necesario?, ¿es parte de su fuero?, ¿la Constitución, en estos temas, no se aplica para ellos?
Existe un antiquísimo principio militar, desde la época de los romanos, que reza: “La voluntad del soldado en expedición de guerra, se respeta como ley”. Si les pedimos auxilio ¿es bajo sus reglas o con las nuestras?
El problema no se va a resolver discutiendo ahora los alcances del fuero de guerra. El problema real es otro. Cuando se restablezca la seguridad pública en nuestras ciudades; cuando la autoridad pueda más que todos los delincuentes; cuando no haya más impunidad, corrupción e ineficiencia; cuando las policías sean efectivas y confiables; ese día, regresarán los soldados a sus cuarteles y nosotros podremos salir seguros a nuestras calles. En ese momento, podremos retomar con más serenidad y prudencia la discusión sobre cuales deben ser los alcances del fuero de los militares. Para desgracia de todos los que convivimos a diario en este país quienes corremos el riesgo de encontrarnos en medio de un fuego cruzado. JAV
6 comentarios:
Los soldados deben permanecer en las calles porque los políticos y gobernantes nohan sido capaces de darnos seguridad alos ciudadanos.
Sí, los militares deben seguir en las calles buscando malandros y para matarlos, pero no se vale que tengan impunidad porque eso lo del fuego cruzado se la bañan, matan a cualquiera y nadie les hace nada. Imaginense a cuanta gente inocente han matado y nadie se ha dado cuenta, porque son mucho mas que esos 22 mil que dice el gobierno
QUÉ PROPONEN?. QUE LOS SOLDADOS NO PONGAN RETENES Y SE DEJEN MATAR CUANDO LOS AGREDAN LOS DELINCUENTES?... EN EL NORTE QUEREMOS A LOS SOLDADOS Y MARINOS EN NUESTRAS CARRETERAS, POBLADOS Y CIUDADES PARA QUE NOS PROTEJAN DE LOS DELINCUENTES... SI USTEDES NO LOS QUIEREN DONDE VIVEN, ES MUY SU PROBLEMA PERO CARECEN DE DERECHO Y CALIDAD MORAL PARA EXIGIRLO RESPECTO DE NOSOTROS!... ESO ES LO QUE BUSCAN LOS DELINCUENTES, HERIR O MATAR CIVILES PROVOCANDO TALES ENFRENTAMIENTOS PARA QUE EL PUEBLO PROTESTE Y EXIJA QUE REGRESEN A SUS CUARTELES, DEJÁNDONOS SIN PROTECCIÓN Y PARA QUE PUEDAN ACTUAR CON TOTAL IMPUNIDAD EN NUESTRA CONTRA!. BOLA DE IGNORANTES O TENDENCIOSOS!.
los mexicanos vivimos con miedo, pobres y ricos, 8 de cada 10 temen a ser víctimas de un delito
Aunque me critiquen, yo creo que los soldados son un mal necesario. Miren, si no estuvieran el país estaría peor, casi casi en manos de los narcotraficantes. Y ahora que están todos los días detienen a alguno de ellos, entonces lo mejor es que se queden en las calles pero siempre y cuando respeten la vida de los civiles, que no pase lo que sucedió con los niños de Nuevo laredo o con los estudiantes del tec de monterrey.
gracias
El gobierno con su incapacidad de gobernar genera violencia sicologica, por la falta de voluntad de castigar a sus fuerzas armadas por sus violaciones a derechos humanos y lo peor por la muerte de inocentes generan un descontento general y aun asi quiere que la sociedad coopere, es su obligacion brindarnos seguridad y si no pueden q mejor renuncien bola de ineptos e intolerantes
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